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Señor Director:
Durante los últimos días, dos marcas de fastfood ofrecieron comida gratuita a los bomberos que lucharon contra los incendios en la Región de Valparaíso. Esta acción, puede ser vista como un gesto de apoyo, pero también percibirse como una estrategia de marketing insensible o poco apropiada, especialmente si las marcas no tienen una conexión directa con la contingencia o el trabajo de los bomberos.
Es así como en el vertiginoso mundo de la publicidad, donde la creatividad y la innovación son moneda corriente, existe una regla de oro que siempre debe prevalecer: la capacidad de ponerse en los zapatos de los consumidores. Este principio fundamental no solo implica comprender sus necesidades, sino también considerar el contexto en el que se encuentran.
En este sentido, la publicidad efectiva no se trata solo de oportunidad; se trata de establecer conexiones significativas con las personas a las que se dirige. Esto implica comprender sus preocupaciones, sus valores, e incluso, las tragedias que puedan estar enfrentando en un momento dado. Por ello, cuando una marca decide comunicar en medio de un evento devastador, debe hacerlo con extrema sensibilidad y empatía.
Asimismo, hoy, más que nunca, las marcas deben preguntarse cómo pueden contribuir de manera significativa a la comunidad afectada, ofreciendo ayuda real y tangible. Esto no solo fortalece su reputación a largo plazo, sino que también construye relaciones más sólidas y duraderas con los consumidores.
En resumen, en una realidad cada vez más conectada e interconectada, donde las noticias y los eventos se propagan a la velocidad del rayo a través de las redes sociales y los medios de comunicación, la sensibilidad al contexto se vuelve más crucial que nunca.
Maribel Vidal, Directora ejecutiva de Conar