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La instalación de la Región de Ñuble, durante la presidencia de Sebastián Piñera, fue una manifestación de confianza y autonomía, un reconocimiento al espíritu y potencial de su gente. Desde su gestación en septiembre de 2018, Ñuble ha demostrado que más allá de una división política y administrativa, es una comunidad resiliente y en crecimiento.
El desafío inicial, de la mano de ex Intendente Martín Arrau, fue monumental: instalar una nueva región con todas las complejidades administrativas y logísticas que ello implicaba. La búsqueda de espacios, la formación de equipos y la integración en el funcionamiento nacional fueron etapas cruciales para establecer las bases de la región. Pese a las dificultades, la labor de instaurar Ñuble como una entidad autónoma se cumplió con diligencia y compromiso.
La infraestructura y conectividad fue un pilar central en el desarrollo de Ñuble, y bajo la mirada de Piñera, el nuevo Hospital Regional fue tomando forma y concretándose. La conectividad vial, junto con la mejora en la conectividad ferroviaria y digital, fue una apuesta clara hacia un desarrollo equitativo, buscando conectar a las comunidades rurales y urbanas, y fomentar el turismo y la inversión.
La sustentabilidad también jugó un papel fundamental, reflejada en proyectos de riego que beneficiaron a miles de agricultores y en esfuerzos por mejorar la calidad del aire, reduciendo significativamente los días de emergencia ambiental. Estas iniciativas no solo buscaban preservar el medio ambiente, sino también mejorar la calidad de vida de los ñublensinos.
En términos de seguridad, la administración Piñera tomó medidas significativas para fortalecer la capacidad de respuesta y prevención de la región. La renovación de la flota policial con 61 nuevos vehículos y la adquisición de 25 para la Policía de Investigaciones, financiada por el Gobierno Regional de Ñuble de la época, mejoró la movilidad y eficiencia de las fuerzas de seguridad. Además, se aprobaron recursos para reponer tres unidades policiales, y se instaló una avanzada red de 200 cámaras de seguridad en las 21 comunas, lo que permitió un monitoreo más efectivo y una mayor protección ciudadana.
La pandemia de COVID-19 puso a prueba la capacidad de Ñuble para adaptarse y responder a crisis inesperadas. Siendo la primera región en enfrentarse a una cuarentena total, la entrega de kits de alimentación y la implementación de cordones sanitarios demostraron una gestión eficiente y proactiva en tiempos de incertidumbre.
El legado de Sebastián Piñera en Ñuble es uno de transformación y progreso. Su visión de una región capaz de tomar sus propias decisiones y forjar su destino es ahora una realidad palpable en cada proyecto concretado y en cada paso hacia adelante que Ñuble continúa dando.
Con la partida de Piñera, Ñuble no solo se erige como una región autónoma, sino también como testimonio del poder de la visión y la acción para cambiar realidades. La semilla de desarrollo plantada durante su gobierno seguirá floreciendo, evidenciando que su influencia trasciende su mandato, dejando una impronta de empoderamiento y crecimiento en Ñuble.
Diego Sepúlveda Palma
Abogado y Profesor de Derecho UDD