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Señor Director:
Nuevamente nuestro país es protagonista de una catástrofe. Una donde la imagen general es desgarradora, y donde muchas familias y personas pueden contar tremendas pérdidas, luego que las llamas se llevarán a seres queridos, viviendas, recuerdos y toda una vida.
Si bien los primeros esfuerzos están dedicados a la superación de la emergencia, no debe perderse de vista el estado emocional y la salud mental de cada una de aquellas personas que sufrieron en esta tragedia: el dolor es personal, y cada pérdida es única respecto de sus tiempos y procesos.
La expresión emocional es una parte importante del camino de recuperación que ya empezaron quienes también comenzaron a limpiar sus terrenos para reconstruir sus hogares. Uno donde la contención emocional con los seres queridos y el apoyo de la comunidad y profesionales, pueden hacer la diferencia.
La salud mental no siempre es la prioridad en una emergencia, pero es parte fundamental del bienestar para salir de una crisis. Contar con apoyo profesional para enfrentar este duro proceso que vivimos es una herramienta valiosa para la recuperación y la resiliencia.
Constanza Uribe
Psicóloga
