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De infarto. Para paralizar los corazones. Para llorar y festejar.
Así se vivieron anoche las dramáticas las semifinales del Nacional Juvenil de Fútbol Amateur Ñuble 2024 en el estadio ANFA, donde las selecciones sub-17 de Villarrica y Antofagasta, sacaron `pasajes a la gran final del histórico certamen, tras imponerse en electrizantes tandas de penales ante Iquique y Talcahuano, respectivamente.
Histórico
Villarrica se instaló en la final del certamen por primera vez en su historia.
Nunca antes en esta categoría había pasado de la primera fase. Hace 16 años que los de la Novena Región, incluso, no clasificaban a un Nacional.
Por eso el festejo fue con tinte de locura. Arrancaron perdiendo el partido a los 9’, tras cabezazo de Benjamín Moreno, que puso arriba a los nortinos. Sin embargo, la garra sureña y el buen fútbol asociado de los dirigidos por Emanuel Lizama, aparecieron en la recta final del complemento, cuando Joao Acuña selló un “jugadón” de Lucas Garrido, quien encaró hacia el área desde la mitad de la cancha y solo el manotazo del portero nortino, impidió que concretará una “joyita”.
Iquique quedó con diez tras la expulsión de Ian Mitchell, pero Villarrica no pudo desequilibrar. Sin embargo, desde los doce pasos, marcó diferencias con la soberbia actuación del portero Martín Carrasco, que atajó los tres primeros envíos, perdió su penal, pero empujó a sus compañeros para que se impusieran en una eterna tanda de penales por 6-5. El penal de la gloria lo anotó Gastón Rubio.
“Yo le prometí a mis compañeros que iba a tapar los tres primeros penales, lo importante es que pasamos de fase. Primera vez en 25 años que pasamos a una final y que no pasábamos de primera fase. Nos ilusionamos con levantar la copa”, comentó el portero Martín Carrasco, de Villarrica.
“Estoy feliz, tengo ganas de llorar, no sé qué decir, esto es para todo Villarrica”, declaró Gastón Rubio, tras anotar e instalar a su comuna en la final.
Dramático
En el duelo de fondo, Talcahuano pagó caro su falta de contundencia ofensiva y Antofagasta tuvo premio al esfuerzo y orden táctico.
Los del Puerto de la Octava Región arrancaron todo, presionando alto y con transiciones frenéticas, hasta que abrieron la cuenta por intermedio de Jaime Echeverría con un zapatazo imparable.
Antofagasta, que había sufrido para tener la pelota, reaccionó y decretó el empate por intermedio de su goleador Lukas Barraza, promediando el primer tiempo, aunque en el complemento, se fue expulsado y puso en riesgo el objetivo de los antofagastinos.
Talcahuano no supo aprovechar la superioridad numérica, pues sumó volumen ofensivo, pero fue incapaz de llegar al gol.
En una definición dramática, Antofagasta se impuso por 4-3, merced a una gran actuación del portero Vicente Calle, que atajó el penal inicial, a pesar que tenía maltratada la clavícula.
“Me emocionó mucho porque jugando a la pelota lo he pasado mal toda mi vida y ahora esta es mi revancha. La clave fue la paciencia. Está la ilusión y quedan 90 minutos. Mi preparador de arqueros me dijo que este era el momento y así fue”, confesó emocionado, el portero Vicente Calle, mientras sus compañeros festejaban con un puñado de hinchas que llegaron de Antofagasta y los jugadores de Talcahuano lloraban desconsolados.
“Agradecido del esfuerzo de mis muchachos, ha sido difícil, no hemos ganado nada y ahora nos queda un pasito más. Me emociona porque esto lo intentó mi padre y no pudo, falleció hace algunos años y ahora yo iré a buscar la corona. Hay que trabajar la final”, sentenció el DT antofagastino, Carlos Bravo.
La gran final la animarán este sábado en el estadio ANFA, Villarrica y Antofagasta, desde las 21 horas, pero en el preliminar, desde las 19:00, jugarán por el tercer puesto, los elencos de Iquique y Talcahuano.
La copa está en la mesa. Solo uno brindará.