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Las exportaciones silvoagropecuarias de Ñuble alcanzaron en 2023 un total de US$412,8 millones, cifra que representa una disminución de 62,4% en comparación con 2022, cuando sumaron US$1.099 millones, y mucho más lejana de los US$1.450 de 2021, según el Boletín de exportaciones silvoagropecuarias que publicó Odepa esta semana, con datos de Aduanas.
Se trata de la segunda caída más profunda de todas las regiones del país, superada solo por la contracción de 68,8% registrada por la Región de Tarapacá, y mucho mayor que la disminución de 8,0% a nivel nacional.
Por un lado, los envíos agrícolas de Ñuble sumaron US$357,0 millones en 2023, con una subida de 2,4%, en línea con el alza de 2,7% a nivel nacional.
En tanto, los forestales sumaron apenas US$55,2 millones, lo que representa una contracción de 92,6% respecto a 2022, bastante más profunda que la caída de 22,7% a nivel nacional, de hecho, fue la segunda más fuerte, después de Arica (-97,1%).
Con un valor mucho menor, las exportaciones pecuarias alcanzaron 533 mil dólares, que retrocedieron un 1,5% en comparación con 2022.
Principales rubros
En la revisión de los principales rubros, se observa que las frutas procesadas, con US$128,6 millones, anotaron una disminución de 31,2% respecto a 2022; donde destacan productos como los arándanos, frutillas, frambuesas y moras congeladas.
Le sigue la fruta fresca, con US$64,1 millones y una leve baja de 0,5% respecto a 2022.
En tercer lugar, las semillas para siembra, con US$59,1 millones, que crecieron 202,2% respecto a 2022.
En cuanto a las hortalizas procesadas, las exportaciones alcanzaron US$15,7 millones, creciendo 1,6%.
En el sector forestal, en tanto, los envíos de madera aserrada sumaron US$27,9 millones, exhibiendo una baja de 48,2% en comparación con 2022.
Situación similar enfrenta la madera elaborada, que alcanzó US$11,2 millones, anotando una caída de 74,4% en comparación con 2022.
En esa línea, la caída más profunda -de 98,1%- la tuvo la celulosa, que en 2023 sumó solo US$11,9 millones, lejos de los US$646,9 millones de 2022.
Cierre negativo
Cristóbal Herrera, director de ProChile Ñuble, reconoció que el año pasado no fue nada bueno para las exportaciones de la región, destacando la incidencia negativa de los envíos forestales, como la celulosa y la madera, que enfrentan una fuerte contracción de la demanda a nivel internacional, principalmente en Asia y Estados Unidos.
“También tuvimos una caída de más de 40% en los envíos de vino, lo que responde a la crisis internacional de precios y los costos de logística que imponen muchas barreras. Lo bueno es que, gracias a las actividades de promoción que desarrollamos en 2023 todos los productores que participaron están con potenciales negocios en todos los mercados”, explicó.
Respecto a la fruta, comentó que “esperábamos tener peores caídas en los arándanos, pero con El Niño, que provocó en Perú una baja producción, se pudo recuperar un poco más y cerrar un poco mejor que las expectativas. El que está caído es el sector de congelados, derivado de la contracción del consumo, principalmente en Estados Unidos”.
Consultado por las proyecciones para 2024, Herrera comentó que, en cuanto a la celulosa y la madera, se anticipa una lenta recuperación de los mercados, así como también mejores números para el vino y las frutas.
En el caso de los envíos de madera, mencionó que están trabajando con productores de la macrozona forestal para llevar adelante acciones de promoción. “Una de las decisiones que tomó ProChile es que vamos a hacer durante el primer semestre la Enexpro Madera en la región del Biobío, que será una gran actividad, con ruedas de negocios con importadores”, anunció.
“Lo más importante es que estas cifras nos corroboran que es urgente diversificar nuestra oferta exportable”, enfatizó el director regional de ProChile.