Señor Director:
Chile se encuentra en un proceso demográfico de envejecimiento de su población. Desde 1960 el promedio de vida aumentó en 20 años.
Según datos del Minsal, los adultos mayores viven sus últimos diez años con algún grado de morbilidad, discapacidad física y/o mental. Esta condición afecta su autovalencia, aumenta sus gastos en salud, y deteriora su calidad de vida.
La condición física y mental con la que llegan las personas mayores a sus últimos años pueden ser mejoradas. Para esto es clave el ejercicio, buena alimentación y control de riesgos de eventuales enfermedades.
Respecto a la alimentación, un reciente estudio realizado por el INTA de la Universidad de Chile en el ámbito del proyecto “Envejecimiento Activo y Saludable”, comprobó que los efectos del consumo de salmón en adultos mayores generan una modificación positiva en el perfil de ácidos grasos circulantes, con una mejoría significativa en los niveles de Omega 3, así como una respuesta muy favorable en la disminución de sus perfiles inflamatorios. Esto último es muy favorable para contener el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, deterioro cognitivo y demencia, entre otras patologías, y los resultados pueden ser un insumo relevante para futuras políticas públicas.
La coordinación del trabajo público y privado demostró su importancia en proyectos que contribuyan de manera efectiva a una mejor calidad de vida. Cuando ambos mundos se unen por un mismo objetivo, es posible lograr grandes resultados.
Doctor Miguel Luis Berr