Señor Director:
A consecuencia de la guerra de Ucrania y la mega-sequia, mucho se habla de la producción agrícola y de las múltiples dificultades para incrementarla. Esto se debe a los ciclos biológico-climáticos y a que la agricultura es una actividad con ciclos productivos largos que están expuestos a una gran cantidad de riesgos económicos, climáticos y biológicos.
Por lo anterior sería un gran alivio para el gremio agrícola que se desarrollara en nuestro país, una industria financiera y actuarial que ayude a los agricultores a compartir el riesgo de su actividad con inversionistas (nacionales o extranjeros) ávidos de esa clase de riesgo y de esta forma liberar, en parte, al estado de Chile de esta carga.
Los instrumentos que se podrían desarrollar tendrían que ser contratos y derivados financieros sobre los insumos usados en los campos, sobre los precios de los productos agrícolas y sobre las divisas, derivados sobre variables climáticas, seguros climáticos, seguros contra la sequía, seguros contra las huelgas, etc. Todos estos instrumentos tendrían el fin de disminuir las incertezas de los agricultores y permitir que estos se concentren en trabajar la tierra lo mejor posible.
Por último, los precios de estos instrumentos financieros, y su volatilidad, podrían revelar cuales son los problemas productivos de la economía del país para que los agentes económicos –incluido el estado y el gobierno de turno– concentren esfuerzos para solucionarlos. Por todas estas razones creo que el desarrollo de una industria financiera y actuarial de 3ª y 4ª generación podría ayudar a que Chile se convierta en una potencia agro-alimentaria de nivel mundial.
Francisco Contreras Jeldres
Agricultor e ingeniero Civil Agrícola
