Con estimaciones de una disminución de los rendimientos entre el 20% y el 50%, debido a la sequía, la vendimia está partiendo lentamente en el Valle del Itata.
Las primeras cosechas se observaron en variedades blancas, como la Chasselas, también conocida como uva Corinto. De hecho, la Cooperativa Coovicen, de Quillón, abrirá hoy jueves el poder de compra, con la recepción de uva Corinto. Posteriormente se sumará la Moscatel de Alejandría (uva Italia), y luego las cepas tintas, como País y Cinsault.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Quillón
Juan Carlos Lagos, dirigente de Coovicen, reconoció que la escasez hídrica ha tenido un impacto en los rendimientos, con caídas de 20% a 30%, lo que se refleja en los precios.
En ese sentido, informó que el precio mínimo garantizado que pagará Coovicen será de $180 por kilo de uva blanca, es decir, un 50% más que los $120 al comenzar la vendimia el año pasado (cerró en $140).
Lagos explicó que esta subida se debe a las menores existencias de vino blanco en las bodegas, al alza de los costos -principalmente insumos y mano de obra-, a que hay más viñas interesadas en comprar y a la menor producción que se proyecta.
“Nosotros esperamos que $180 sea el piso, esperamos que la uva blanca pase los $200; con toda el alza del petróleo, de la mano de obra y de los insumos, $180 es poco, eso lo tenemos muy claro, por eso esperamos que en el transcurso de la vendimia ese valor suba”.
Guarilihue
Miguel Ramírez, presidente de la empresa asociativa Viñas de Guarilihue SpA, indicó que aún no tienen contrato, por lo tanto, no han podido abrir el poder comprador.
También proyectó una fuerte caída en los rendimientos. “Por lo que yo he visto, al menos en mis viñas y los antecedentes que tengo de algunos productores y personas que han vendimiado, la cosecha se ve mala este año, viene bastante disminuida, puede llegar en algunas partes hasta un 50% menos de producción, debido a la sequía”, sostuvo.
El dirigente apuntó al alto costo de la mano de obra como otro de los factores críticos de esta temporada, ya que según explicó, los bajos precios que se pagan por la uva impiden a los productores pagar valores de mercado a los cosecheros.
Y si bien se estima un alza en el precio de la uva, Ramírez subrayó que el mayor valor que se pagará este año por la uva blanca no compensa el aumento de un 30% en los insumos y el alza de la mano de obra.
Portezuelo
De igual forma, la productora de Portezuelo y dirigente de la Coalición Nacional de Viñateros, Yenny Llanos, reconoció el efecto de la escasez de agua en los rindes y mostró su preocupación por la lentitud de los poderes compradores en publicar los precios, acción que según la normativa se debe concretar al menos una semana antes de la apertura del acopio.
“Ya sabíamos que el rendimiento iba a ser pésimo, porque no ha llovido, entonces, mucha uva se corrió, por la sequía y por las olas de calor, y después no tuvo fuerza para crecer. En general, vemos que los rindes están peor que el año pasado”, describió.
“Algunos productores están listos para comenzar, la uva Moscatel maduró antes, pero el problema es que no pueden cosechar, porque aún no se han instalado los poderes compradores, entonces, ¿a quién le van a vender? Y es lamentable, cada año es lo mismo, mientras más se demoran, más se retrasa la cosecha, y en esos días la uva va perdiendo agua, y por tanto, peso, lo que perjudica a los productores, porque las grandes viñas después le añaden agua”, expresó.
Consultada por los precios, Llanos comentó que la información que manejan apunta a $150-$180 por kilo de uva blanca y $120-$150 por kilo de uva tinta, y si bien admitió que representa un alza respecto a 2021, aseveró que “el aumento en los costos de los insumos, que fue de 20%, se come absolutamente esta diferencia”.
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