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Demencia senil padece el exobispo chillanejo, Francisco José Cox, quien es indagado por el delito de abuso sexual a dos menores cuando era jefe de las Diocésis de La Serena y Chillán. Según consignó el Diario El Día, el abogado defensor aseguró que Cox no está en las mejores condiciones mentales para enfrentar un trámite penal.
Para el próximo 19 de diciembre podría realizarse una audiencia a la que asistirían el exclérigo y las víctimas, Hernán Godoy y Abel Soto, cuyo careo ahora está en duda tras el diagnóstico de la enfermedad de Cox.
En la región de Ñuble, solo se ha hecho pública una denuncia contra Cox, y fue presentada por Abel Soto, quien dio cuenta de los vejámenes que sufrió por parte del entonces obispo de Chillán, entre 1975-1980, mientras era acólito de la Parroquia San Bernardo, en la comuna de Chillán Viejo. Radio La Discusión contactó a Soto, sin embargo, desistió de entregar declaraciones sobre el tema.
La Comisión de Apoyo Integral a Víctimas de Ñuble espera que los tribunales puedan corroborar la enfermedad que aqueja a Cox, pues no duda se trate de una manera de evadir a las víctimas y la justicia.
“Me parece que es algo que la parte querellante tuvo que haber tenido contemplado. Cox no es primera vez que intenta hacer este artilugio, en Alemania ya lo intentó para impedir su extradación que lo traía al país, por lo tanto, creo que esto se puede esperar de una persona que ha vulnerado los derechos esenciales de menores, aprovechándose de la figura que tenía como sacerdote y como obispo”, subrayó Pilar Gutiérrez, abogada de la comisión.
De comprobarse la demencia senil, espera que la enfermedad no influya en la continuidad del proceso legal que busca sancionar al exobispo de Chillán por los presuntos abusos a menores que se le atribuyen.
“Dependería mucho de lo que diga la fiscalía respecto a verificar la concurrencia de los hechos denunciados por las víctimas, independiente de que no se pudiera llegar a un juicio, en caso de que pueda comprobarse que sufriera demencia senil; pero creo que, como han habido otros casos, debieran continuar con la investigación y no se debiera interrumpir, y menos por la sola declaración de una sola persona o defensor, que está intentando de cualquier manera evadir a la justicia”, agregó Gutiérrez, quien no pierde la esperanza que Cox sea castigado y “no vaya a morir sin que se haya hecho justicia en su contra, así como se han muerto muchos sacerdotes”.
Opinión similar tiene el doctor en Historia y experto en Iglesia, Marcial Sánchez, quien aseguró que el exsacerdote buscará por cualquier vía evitar el careo con las víctimas.
“Ha sido bastante difícil el caso de Cox, desde el año 2002 en adelante es que ya tenemos certeza de todo lo que hizo este personaje y después de refugiarse en Alemania costó bastante traerlo, por lo tanto, creo que todos los subterfugios que se puedan utilizar para no encontrase con las víctimas, él las va a utilizar, al margen de que efectivamente podría, por su estado de edad, estar en alguna enfermedad como la demencia senil”, subrayó.
A juicio de experto, la presunta enfermedad mental de Francisco José Cox afectaría el resto del proceso indagatorio para determinar los abusos sexuales a menores denunciado.
“De ser así, no hay mucho que hacer, porque obviamente es una persona que no va a poder dar pie a ningún aporte a la investigación; de no ser así, estaríamos frente a uno más de los diferentes subterfugios que ha utilizado esta persona, desde que comenzó a cometer sus ilícitos en La Serena y hasta ahora”, indicó.