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En fallo dividido, y con el voto en contra del ministro titular, Guillermo Arcos, la Corte de Apelaciones de Chillánacogió el recurso de amparo presentado por el abogado Antonio Guerra, jefe de la Defensoría Penal Pública de Chillán, para poder excarcelar al estudiante de 4º año medio, Carlos Concha Vergara, imputado por el presunto delito de porte de armas incendiarias, desde el 22 de octubre.
Así, y con los votos de los abogados integrantes, Solón Vigueras y Eduardo Peñafiel, el joven de 18 años, quien no tenía antecedentes penales, vio revocada la medida cautelar que lo mantenía en la cárcel local para continuar con la cautelar de arresto domiciliario total.
Dentro de los argumentos presentados por Guerra, destacaba una batería de testigos, videos en los que se mostraba a funcionarios policiales recogiendo -a su juicio- botellas vacías y que tras tres semanas de la detención, el Labocar aún no somete a peritajes tales botellas.
Siempre en lo jurídico, desde el Ministerio Público se comunicó que se “analizará la opción de interponer los recursos contemplados en la ley para mantener la prisión preventiva del imputado por ser un peligro para la seguridad de la sociedad”.
Por otro lado, hasta la misma Defensoría Penal Pública podría acudir a la Corte Suprema, toda vez que lo que el abogado Guerra buscaba con el recurso de amparo era la libertad total de su representado, con cautelares de menor entidad, como firmas periódicas, pero no la de arrestos domiciliarios ni totales ni parciales.
Ambas entidades tienen cinco días hábiles para recurrir al máximo tribunal de Chile.
“Dicen que era otro joven”
Tras el fallo, familiares y amigos fueron a hacer guardia a la salida de Carlos Concha en las afueras de la cárcel de Chillán, vigilia que empezó cerca de las 12.30 horas hasta pasadas las 16.30 horas de ayer.
“Agradezco a todos los que nos apoyaron. Fueron días muy difíciles y solo le pido a la Fiscalía que por favor revise las evidencias con responsabilidad, mi hijo no tiene nada que ver con eso”, dijo Jéssica, su madre.
Carlos también habló con los medios presentes y una de sus primeras declaraciones apunta a que “el procedimiento fue enredado, no le echo la culpa a carabineros, porque hizo solo su trabajo, pero lamentablemente se equivocaron de persona, porque yo no era”.
El imputado agregó que “han dicho que era otro al joven que seguía. Por videos de carabineros civiles, era otro joven que andaba con zapatillas y polerón negro, de hecho yo no tenía idea que había botellas al lado de la Catedral”.
Aún no se cumplen tres semanas de que el Ministerio Público comenzó a investigar este caso judicialmente y el Juzgado de Garantía de Chillán otorgó un plazo de investigación de cuatro meses.
Por lo pronto, los planes de Carlos son recuperar sus estudios y mantener su promedio porque postula a una beca Presidente de la República.
Paradójicamente se debate entre seguir Electricidad o ser Gendarme y llegar a ser árbitro del fútbol amateur. “No voy a volver a las marchas y a todos los jóvenes les digo que confíen en Dios”, cerró.
