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En la adenda complementaria que la empresa Cultivos Pelícano S.A., presentó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) Biobío, respecto a los cinco proyectos acuícolas que busca instalar en las costas de Cobquecura, decidió eliminar el cultivo de especies salmonídeas, que tenía una fuerte oposición de la comunidad, y mantener solo el de cojinova del norte (1.900 toneladas), mitílidos (moluscos) y algas.
Pese al cambio de estrategia, el SEA entregó una calificación desfavorable para la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de los cinco proyectos. “Se recomienda rechazar la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, basándose en que de acuerdo a lo indicado en el artículo 19 de la Ley 19.300, el titular no subsanó los errores, omisiones e inexactitudes planteados en los Informes Consolidados de Aclaraciones, Rectificaciones y Ampliaciones (Icsara); no acreditó cumplimiento de la Normativa Ambiental Aplicable; y no acreditó requisitos de otorgamiento de carácter ambiental contenidos en los Permisos Ambientales Sectoriales”, determinó el Icsara.
El informe del SEA aclaró que la renuncia a la crianza de salmones no modifica “los impactos evaluados inicialmente, dado que el ciclo de cojinova fue presentado inicialmente en la DIA y los impactos de dicha acción fueron materia del proceso de evaluación ambiental. El cambio presentado por el titular en la instancia final de respuesta a las observaciones realizadas, implica un cierto nivel de incertidumbre”.
El SEA recalcó que “la cojinova del norte es una especie cuyo cultivo está en una fase experimental, no siendo una especie estudiada al nivel de los salmónidos, y que en base al procedimiento reglado que es el SEIA, no quedan más instancias para solicitar al titular aclaraciones”.
Entre los motivos del rechazo, el SEA destacó que “no subsanó los antecedentes requeridos para la determinación y justificación del área de influencia sobre el espacio geográfico correspondiente a la columna de agua y fondo marino, relacionados a los residuos de las fecas y alimento no consumido que permitiera descartar un efecto adverso significativo sobre la afectación del suelo marino y su capacidad para sustentar biodiversidad por depositación de estos residuos”.
La Comisión de Evaluación Ambiental de Ñuble, integrada por el intendente y 10 seremis, tendrá que aprobar o rechazar los proyectos durante la primera quincenan de octubre.