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El 14 de mayo es un día clave para la historia de la Universidad de Concepción, y la celebración del aniversario número 100 de la primera casa de estudios de regiones en Chile, el pasado martes en el Teatro Regional del Bío Bío, dio cuenta de esa mística. En una ceremonia lleva de sorpresas y con una impresionante montaje, donde brillaron la tecnología y la Orquesta Sinfónica de la UdeC, el rector Carlos Saavedra Rubilar hizo un potente repaso de la historia de la universidad, adelantando los ejes de su desarrollo futuro. Poco antes, pudimos conversar en torno a algunas de las ideas clave de su discurso
– Existe consenso en que la creación de la Universidad de Concepción, en 1919, fue un hito clave para el desarrollo del Gran Concepción y el Bío Bío. Esta coyuntura nos lleva a preguntar que misión le cabe a la UdeC de cara al siglo XXI.
-Si uno revisa el hito fundacional, yo diría que tiene dos épicas muy bien definidas. Por un lado, la de dar respuesta a las necesidades de la ciuda-danía en ese momento, como la salud pública, los procesos industriales y de comercialización, y hacia ello se orientan las carreras fundacionales. Pero también hay otro hito importante: el viaje de don Enrique Molina a Estados Unidos, entre noviembre de 1918 y junio de 2019. Ahí se inicia una segunda épica, desde la mirada global: la búsqueda de la excelencia y de la calidad a través de los modelos norteamericanos de universidad. Pienso que esa épica fundacional debiese ser nuestro referente para este centenario.
– Las necesidades de la ciudadanía han cambiado en 100 años, pero el rol de las univer-sidades sigue siendo clave para contribuir a resolverlas.
– Así es. La idea es renovar nuestro espíritu de servicio. Debemos ser un aporte para lo que requiere nuestro país para avanzar en desarrollo sustentable, contribuyendo a cambiar la mirada y poner al centro del desarrollo el conocimiento. Hoy debemos ayudar a impulsar un cambio de la matriz productiva de nuestra región, en pos de construir un desarrollo integral de nuestros habitantes. Se ha planteado mucho que es nece-sario que nuestra región cambie su modelo pro-ductivo, modificando el esquema extractivista, pero eso no se logra con un eslogan, sino a partir de la incorporación del conocimiento.
– ¿Y qué rol le cabe aquí a las empresas y al sector privado?
–Es fundamental su aporte. Como universidad nos interesa que las empresas nacionales se atrevan a nuevos desafíos, nuevos espacios de nego-cios y una mayor asociatividad entre el Estado, los privados y la universidad. La invitación no solo es a invertir en proyectos que aborden solu-ciones específicas a los problemas de procesos industriales, sino también a arriesgar en áreas emergentes del conocimiento, mayor inversión en procesos biotecnológicos, de desarrollo de sistemas, análisis de información, nanotecno-logía, etc. Pero para que esto suceda necesitamos tener una ciudad con una identidad bien definida, que permita traer y retener talentos. En eso la UdeC también ha marcado un aporte distintivo para Concepción y el sur de Chile, en las artes, la cultura y las humanidades.
– ¿En este sentido, qué tan relevante es el Parque Científico y Tecnológico, Pacyt, proyecto que de hecho fue visado la semana pasada por la Contraloría?
-Estamos tremendamente contentos por la toma final de razón de la Contraloría, que per-mite comenzar a desarrollar el proyecto en términos prácticos. Esperamos que el Parque sea el elemento transformador de la matriz productiva regional. Para ello necesitamos todas las capacidades científicas, tecnológicas y humanas, capi-tal humano avanzado de la UdeC, pero también de todas las universidades que estén realizando actividades de investigación en materias como procesos agroalimentarios o uso avanzado de la madera, como la UBB, la Ucsc u otras casas de estudio que quieran sumarse. A la UdeC junto al Gobierno Regional nos corresponde instalar las primeras infraestructuras, una vez que esté cul-minado el proceso de urbanización, esperamos ver edificaciones del resto de las instituciones de educación superior y de empresas, entre ellas, inversiones extranjeras, con algunas de las cuales ya tenemos pre-acuerdos. Firmas que vienen a desarrollar aquí nuevas capacidades tecnológicas, abocados al desarrollo de nuevos productos que apunten a mejorar la calidad de vida de las per-sonas, en un espacio de innovación flexible.
-¿Cuáles son los planes en carpeta para los campus de Chillán y Los Ángeles? En el caso de Ñuble, imagino que a la UdeC le cabe una gran responsabilidad, frente a la constitución de una nueva región.
-Tremenda responsabilidad. Hemos estado apoyando la instalación del gobierno regional, aportando en el ámbito de las políticas públicas con programas de diplomado, de magíster, investigación. Pero también hay otro aspecto muy relevante: un plan maestro para potenciar el Campus Chillán, bajo la misma visión de ciudad universitaria que tuvo don Enrique Molina para Concepción, contar con edificios, un diseño arquitectónico y de infraestructura que permita la incorporación del campus a la ciudad, que sea una propuesta de valor que aporte a la retención y atracción de talentos en Ñuble.
-¿Y que pasa con Los Ángeles?
-En el campus Los Ángeles tenemos limitaciones de crecimiento desde el punto de vista de infraestructura, por tanto evaluaremos si continuamos nuestro desarrollo allí o buscamos otro espacio para asegurar nuestro crecimiento futuro, de largo plazo, también pensando en un campus universitario que aporte a la creación de valor para la ciudad. La tarea inmediata es la formulación de los proyectos de facultad, creando elementos diferenciadores que permitan pensar en las nuevas facultades, pensando en las nuevas áreas de crecimiento y los elementos distintivos de la Provincia de Bío Bío.
-Usted también ha hablado de reforzar la presencia de la UdeC en Santiago.
Puedo informar oficialmente que tenemos nuevas dependencias en Santiago, que se van a inaugurar a fines de junio o principios de julio. Vamos a estar ubicados en Providencia con Pedro de Valdivia, en un espacio de cerca de 1.000 metros cuadrados que nos va a permitir desarrollar programas de diplomas y en una segunda etapa de magíster, con características únicas, pues no queremos ir a competir con la oferta regular de postgrado que ya existe en la capital. Ya hemos detectado al menos seis de ellos y esperamos poder comenzar con los primeros diplomados en agosto. La unidad de Santiago nos va a permitir mejorar nuestras condiciones de visibilidad y de vinculación con el medio en Santiago, y nuestros exalumnos jugarán un rol clave.
-Uno de los hitos de su gestión ha sido la instalación con mucha fuerza de la agenda de géne-ro, que se ha materializado con la creación de la Dirección de Equidad de Género.
-Los temas de equidad de género y diversidad llegaron para instalarse en forma definitiva en nuestra universidad. Nos interesa ir construyendo institucionalidad en la práctica de administración y ejecución de estas tareas. El protocolo se aprobó en marzo y comenzó a regir en mayo, y desde entonces se ha trabajado en fomentar las buenas prácticas en el personal académico y no académico. Todo el personal, al momento de firmar su contrato, también declara conoci-miento de este protocolo y de los manuales de buenas prácticas.Tenemos que seguir avanzando hacia la nor-ma chilena 3262 para certificar los procesos de equidad de género y conciliación de vida laboral y familiar.
-¿Qué mensaje le entregaría a la comunidad universitaria con motivo de la celebración de los 100 años de la UdeC?
-El cumplir 100 años como Universidad nos invita a reflexionar sobre la misión que nos cabe al servicio de la comunidad regional y nacional, lo que debe llamarnos a la construcción de los desafíos de futuro. Eso involucra los elementos científico-tecnológicos, pero también los artísticos, culturales, las ciencias humanas y sociales.Por último, la mirada de la UdeC debe incorpo-rar necesariamente el desafío que planteó Nacio-nes Unidas del desarrollo sustentable, poniendo especial énfasis en la sostenibilidad de la vida humana en nuestro planeta.
5 ideas de progreso para el futuro
En la ceremonia que conmemoró los cien años de la fundación de la Universidad de Concepción, realizada el pasado martes en el Teatro Biobío, el rector Carlos Saavedra detalló que la UdeC se ha propuesto 5 ejes para avanzar al futuro.
1. La concreción del Parque Científico y Tecnológico, Pacyt, que constituye una gran oportunidad para Bíobío y el país. Obras de urbanización que se iniciaron ayer, convirtiéndose en el primer hito de hacia la transformación de la matriz pro-ductiva regional. Agregó que los esfuerzos de la UdeC estarán volcados a materializar el Centro de Tecnologías Futuras en Cobre, y el de Tecnología de Infor mación y Comunicación para aportar a la concreción de una industria 4.0, entre otros.
2. El Campus Chillán se consolidará como una ciudad universitaria para Ñuble buscando replicar, a mediano y largo plazo, lo realizado en la capital penquista. Confirmó que ya se han dado los primeros pasos para desarrollar el plan maestro que permita su renovación.
3. En el campus Los Ángeles esperan transitar de las actuales escuelas a facultades autónomas, de modo que tenga mayor protagonismo en la toma de decisiones y que las nuevas facultades, sus autoridades y departamentos, se instalen como pares de sus correspondientes en Concepción. También se realizará un plan maestro para su crecimiento, pero igualmente existe la posibilidad de edificar nueva infraestructura en otras instalaciones universitarias.
4. El posicionamiento de la UdeC en Santiago será a juicio del Rector un signo que reafirmará el carácter de universidad regional de alcance nacional. En julio se inaugurará la nueva sede para programas de diplomado y post grado con características únicas en el país. La nueva locación permitirá también realizar actividades de facultades y centros de investigación y consolidar la red Alumni UdeC que agrupará a los ex estudiantes residentes en la Región Metropolitana.
5. Un cuarto campus, un campus virtual, para formación de pre y postgrado. Ya se están generando las bases tecnológicas para establecer la iniciativa que dará paso a la internacionalización del quehacer universitario.