Señor Director:
A 5 años de la creación de la región de Ñuble, quisiera manifestar mi admiración a todos aquellos que pudieron transformar una idea de años en una realidad concreta, también a hombres y mujeres que -más allá de sus opciones políticas- son la cara visible de los servicios públicos de Ñuble y trabajan por resolver los problemas de nuestra comunidad; de igual forma, a La Discusión, que desde muy temprano abrazó tan noble causa e hizo posible instalar en la escena comunicacional este sueño, hoy realidad.
Finalmente, aprovecho la oportunidad para instar a quienes tienen poder de decisión en los destinos de la región, a abordar con sentido de urgencia los desafíos estructurales de Ñuble.
La superación de los indicadores de pobreza supone transfórmanos en zona atractiva para inversiones sustentables, mejorar decididamente la educación de nuestros niños y niñas orientándola a nuestros desafíos de región y país, ser capaces de asegurar la sostenibilidad energética para satisfacer las crecientes demandas, repensar nuestra interconexión vial con las comunas de la región, planificar inversiones en embalses, carreteras, aeropuerto, reducir los tiempos de la permisología, descentralizar poder de decisión hacia las provincias y potenciar sus identidades productivas y culturales para fortalecer el carácter de región de cada territorio.
Quizás algunos de estos temas no sean generadores de grandes cantidades de votos, e incluso algunos podrían ser mirados en el corto plazo como impopulares. Pero en medio de la liviandad del debate político, pensar en Ñuble del futuro implica planificar e invertir hoy, para que otros puedan disfrutar mañana, tal como lo hicimos con nuestra región que fue ideada por algunos, aprobada por otros e implementada por terceros. Lo importante no es el protagonismo de las obras, sino los efectos de las obras para mejorar la calidad de vida.
Felipe Harboe Bascuñán
Abogado