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Señor Director:
La Reserva Nacional Ñuble cumple 46 años y, aunque el tiempo parece volar, la realidad del cambio climático nos
recuerda que no podemos darnos el lujo de ser indiferentes. Este refugio, que se extiende por 75.078 hectáreas de pai-
sajes cordilleranos, no es solo un santuario para el huemul, sino un pulmón vital para la biodiversidad de Chile. Con el
aumento de eventos climáticos extremos, la urgencia de cuidar este ecosistema se vuelve cada vez más apremiante.
La Reserva alberga especies emblemáticas como el puma y el cóndor, cuyo futuro pende de un hilo. La actividad
humana y el cambio climático han puesto en jaque a estos seres, que, como nosotros, necesitan un hogar seguro. En
este sentido, la Reserva no es solo un espacio de conservación; es un legado que debemos proteger por nosotros y las
generaciones futuras.
La gestión de los guardaparques de Conaf es fundamental. Su trabajo no solo se enfoca en la conservación, sino en
educar al visitante sobre la importancia de mantener la reserva intacta. Así, mientras disfrutamos de senderos y mira-
dores, recordemos que el fuego no es un compañero bienvenido y que nuestras mascotas deben quedarse en casa.
En esta celebración, unámonos a la causa: el huemul, símbolo de nuestra identidad, nos necesita. La Reserva Ñuble
es más que un lugar; es un llamado a la acción. En tiempos de crisis ambiental, cada pequeño gesto cuenta. ¡Cuidemos
nuestro hogar!
Ricardo Rodríguez Rivas
