A inicios de enero, en el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción, un nuevo zorro chilla se sumó a las cinco crías huérfanas recibidas desde la Región del Maule en octubre del año pasado y que ya están en proceso de aclimatación para luego ser liberadas en su hábitat natural. El caso de este zorro recién llegado, es un poco más grave, debido a que fue atacado por perros.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]“El último zorrito, que llegó el 10 de enero, también es chilla y llegó mordido por perros, viene del Maule del sector Pencahue. Llegó con varias lesiones a nivel inguinal, lacerantes con un par de días con pus y perdió parte de un testículo, que se tuvo que extirpar; por lo que, se castró unilateralmente”, afirmó la médica veterinaria y directora del centro, Paula Aravena.
Y agregó que “en estos momentos, se ha ido recuperando de las heridas, retomando su dieta y se tomaron muestras de sangre para ver enfermedades contagiosas más importantes en carnívoros, que son parvovirus y distemper, los que salieron negativo. Así que se trataron todas sus heridas, ya están sanas, está en la etapa de recuperación de peso y empezando a cazar por sí solo”.
En relación, a los cinco ejemplares que fueron traídos desde Talca, son zorros chilla huérfanos, ya que su madre los dejó abandonados al ser ahuyentada por perros. De estos, dos están suficientemente grandes y fueron trasladados a jaulas de preliberación.
Estos mamíferos son meso carnívoros, es decir, que más de la mitad de los alimentos que consumen son de origen animal, como huevos, roedores, conejos y aves, y el otro porcentaje ingieren frutos silvestres, raíces, insectos, huevos de insectos, por nombrar algunos.
Iván Rodríguez, encargado regional (s) de la Unidad de Recursos Naturales Renovables del Servicio Agrícola y Ganadero de Ñuble, afirmó que “el SAG, de acuerdo con las atribuciones que le asigna la Ley de Caza y su reglamento, concurre al lugar y verifica la condición del ejemplar. En algunas ocasiones el animal se encuentra en buen estado de salud y solo es necesario devolverlo a su hábitat, en un sitio que resulte más seguro para su supervivencia”.
Y en el caso que tenga algún tipo de lesión, como la especie antes mencionada, es trasladado a un centro de rehabilitación de fauna silvestre inscrito en el SAG, donde se brinda atención veterinaria suficiente para su recuperación. En el caso de Ñuble, principalmente el servicio recurre al centro de rescate y rehabilitación de la Universidad de Concepción, con quien tienen un convenio de colaboración.
Otras especies en rehabilitación
Además, de los zorros chilla, el centro de Rehabilitación de la UdeC recibe en su mayoría aves. La directora, Paula Aravena, comentó que “en el centro más del 50% de los animales que recibimos son aves, y de este grupo cerca de la mitad son rapaces. En esta época de primavera verano, tenemos estos grandes alicientes que son los animales huérfanos, que no están enfermos sino que tienen que aprender a sobrevivir por sí mismos hasta que llegan a una edad de pre pubertad o pubertad, y pueden ser liberados al ambiente natural”.
En estos momentos, tienen en recuperación y adaptación lechuzas, tucúquere, tiuque, aguilucho, cernícalo y hace poco un peuco, que son todos huérfanos, y también otras aves en la misma condición, como seis cisnes y un pato jergón.
Aunque, los plumíferos son más recurrentes en la época estival, los mamíferos llegan durante todo el año por otras causas, como atropello o mordida por perros, y algunas veces por disparos y en esta época, por incendios.
Las regiones que frecuentemente acuden al centro son: del Maule, de Ñuble y del Bío Bío, aunque, con menor frecuencia, han traído especies desde la Región de O’Higgins y Magallanes.
El centro de la UdeC recibe anualmente más de 200 animales bajo su tutela y cuidado, Paula Aravena aseveró que “hay muchos que están prontos a ser liberados. Cuando son huérfanos tienen que pasar por lo menos cuatro meses en el centro de rehabilitación, llegan muy pollitos, y generalmente se liberan en otoño. Y en los últimos meses, son unos 30 animales liberados aproximadamente y hemos recibido entre 40 a 50 animales”.
Por parte, del Servicio Agrícola y Ganadero, el encargado indicó que “cada año, el SAG de la Región de Ñuble recibe más de un centenar de denuncias sobre fauna silvestre que se encuentra herida o en riesgo. En el año 2021 se atendieron 131 denuncias, que incluyen aves (choroy, lechuzas, cachañas, cisnes, entre otros) y mamíferos de pequeña y mediana magnitud como quiques y zorros”.
A estos se suman denuncias por tenencia ilegal de ciertas especies, como loros silvestres, “que las personas mantienen como mascotas, y también por caza ilegal, frente a lo cual se efectúa la denuncia correspondiente al Ministerio Público”, recalcó Rodríguez.
Texto: Antonieta Henríquez
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