Es común que cada cuatro años, los gobiernos entrantes quieran disponer de la máxima cantidad de cargos directivos del aparato del Estado, con el objeto de desplegar de mejor forma sus políticas públicas.
Si bien todos los conglomerados acatan tácitamente esta situación, siempre han surgido críticas por el denominado “descabezamiento” que se hace de diversas reparticiones, tanto a nivel nacional como regional. De ahí que surgiera el sistema de Alta Dirección Pública (ADP), administrado por el Servicio Civil, el que buscaba elegir de entre los mejores, a los altos directivos públicos.
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Sin embargo, los criterios de elección, al parecer, siguen siendo políticos, y cada autoridad que asume, prefiere desembolsar grandes sumas en indemnizaciones, para contar con personal de su entera confianza.
A nivel local, el pasado viernes el Ministerio de Salud solicitó la primera renuncia a un cargo ADP en la Región de Ñuble. Se trata del ahora exdirector del Servicio de Salud Ñuble, Ricardo Sánchez, quien se encontraba en el cargo desde julio de 2020.
En total en la región, son 29 los directivos que actualmente se encuentran en funciones y que fueron elegidos bajo este sistema: Registro Civil, Serviu, SEA, Servel, Superintendencia Educación, Senadis, Injuv, Senda, SAG, Indap, Sernameg, Sernatur, Sernac, INE, TGR, IND, Sence, IPS, Dirección del Trabajo, SEC, SML, Junaeb, Junji, Servicio de la Protección de la Niñez, Servicio Nacional del Patrimonio, Subdirección Administrativa Hospital de Chillán, Jefe Departamento Auditoría SSÑ, Director Atención Primaria SSÑ, y director del Hospital de Chillán.
A ocho de ellos se les renovó el cargo recientemente: a seis entre febrero y marzo de este año (Superintendencia de Educación, Indap, SEC, Junji, Registro Civil y Serviu); y a dos durante 2021 (Sence e IPS).
Actualmente, dos cargos se encuentran en proceso de evaluación en el Servicio Civil: director del Servicio Local de Educación Pública Punilla Cordillera y director regional del Sename.
El resto de las direcciones o jefaturas regionales, que ascienden a 37, han sido nombradas directamente por el gobierno anterior, y según precisaron desde la Delegación Presidencial Regional, ninguna de sus autoridades ha presentado su renuncia. Es más, algunos se tomaron vacaciones.
Claudio Ferrada, delegado presidencial regional, admitió que el tema de las direcciones de servicios aún no ha sido abordado, a la espera de las designaciones de seremis, no obstante, están monitoreando cada una de las reparticiones, pues les preocupan los “amarres”.
“Cada colectividad ha hecho un análisis particular de la situación de las direcciones, para tener una radiografía, pues preocupa la situación de amarres que se está produciendo con algunos concursos, lo que nos parece impresentable. Estamos también monitoreando cada una de las direcciones, pero la conversación política no se ha dado. Espero que una vez que estén definidos los seremis, se abra la conversación con los partidos y movimientos, para ver cómo resolvemos esto. Tengo la impresión, eso sí, que este tema tiene una complejidad menor desde el punto de vista político, pues tiene que ver más con aspectos técnicos y de ‘timing’, plazos y perfiles que hay que respetar y replantear”, planteó.
Ferrada espera, además, que la nominación de directores de servicios sea más fácil, pues es un proceso que responde más bien a criterios técnicos.
¿Se puede desvincular a los ADP?
El Presidente de la República tiene la facultad de elegir a 12 altos directivos públicos sin concurso, cargos que corresponden a las direcciones nacionales, como ocurrió hace unos días con el nombramiento del director nacional del SII.
Los directivos del primer nivel jerárquico son de absoluta confianza de ministros y directores nacionales, por lo tanto, estos pueden solicitar la renuncia de aquellas autoridades regionales, como ocurrió con los directores de los Servicios de Salud de todo el país, otorgando las correspondientes indemnizaciones por años de servicio cumplidos.
Para los directores de segundo nivel jerárquico se aplica un proceso administrativo muy similar al anterior. Dentro de los seis primeros meses de la gestión del gobierno entrante, este debe justificar los despidos. La causal que siempre se invoca es la pérdida de confianza, la cual se envía al Consejo de Alta Dirección Pública.
Un punto a considerar es cuánto tiempo le resta a cada director elegido por ADP. La mayoría de los nombrados durante el gobierno de Sebastián Piñera fueron renovados o nombrados entre octubre de 2021 y marzo de este año, por lo que es muy probable que se solicite su renuncia. También está la capacidad de contar con profesionales capacitados para ocupar los distintos puestos en la región.
Uno de los problemas que ha experimentado el sistema de ADP tanto a nivel nacional como regional, es precisamente la alta tasa de desvinculación.
Pese a los esfuerzos a través de la reforma de 2016, como por ejemplo que el Presidente de la República nombre directamente a 12 jefes de servicio; al concluir el segundo año de gobierno el 74,3% de los directores nacionales ha sido removido de su cargo.
Algo similar sucede con los de segundo nivel jerárquico, correspondientes a los directores regionales de los servicios: al segundo año de gobierno, el 53,5% de los directivos ha sido desvinculado.
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