El movimiento telúrico de 2010 dejó graves consecuencias que quedaron en la memoria colectiva de millones de chilenos. Ñuble también sufrió los embates de la naturaleza, edificios y casas destruidas a causa de la fuerte intensidad del terremoto azotaron a la entonces provincia dependiente de la Región del Bío Bío.
Diez años después, se cuentan en Ñuble 20.859 soluciones habitacionales, ya sea por construcción de viviendas en el mismo terreno o por reparaciones al interior de las mismas, además de la adquisición de casas nuevas en diferentes sectores.
“El 56 por ciento de esas soluciones, son construcciones en sitio propio, es decir vivienda nueva en el mismo terreno donde se cayó la casa dañada o antigua. Después, un 43 por ciento de esas viviendas son mejoramientos, casas que tuvieron un pequeño daño estructural o donde tuvo que hacerse cambio de techo. Mientras que el uno por ciento restante fueron por la vía de adquisición de vivienda construida en otro sector”, especificó el seremi de Vivienda y Urbanismo, Carlos Urrestarazu.
“La realidad de Ñuble es que al no tener una costa tan extensa, no hubo presencia de maremoto, salvo en el área de Perales en Coelemu no tuvimos daños. Nuestra reconstrucción se basó en construir lo que se había caído en el mismo terreno o mejorar lo que se había dañado”, puntualizó Urrestarazu sobre la casi nula presencia de tsunamis en la región a diferencia de su similar de Bío Bío, lo que facilitó la tarea de la reconstrucción.
Tareas pendientes
El director regional del Serviu, Álvaro Pinto, explicó que se ha dado respuesta a casi todas las soluciones habitacionales, pero que aún quedan dos por resolver en las comunas de Quirihue y Portezuelo, que involucran a viviendas patrimoniales.
“Hoy tenemos un porcentaje de un 99,9% de cumplimiento y temas cerrados de esas soluciones, quedando solo dos en Quirihue y Portezuelo, las cuales esperamos que terminen los trabajos durante el primer semestre de 2020. Así que de esa manera, estaríamos terminando el 100 por ciento de la reconstrucción de estas soluciones habitacionales”, afirmó.
“En Quirihue hay un caso especial de una reconstrucción de un edificio patrimonial, el cual debe tener toda una logística de permiso y de ofertas de personas o empresas que puedan utilizar y reconstruir este edificio. En el otro caso de Portezuelo, ya generamos la factura para la compra de materiales y esperamos poder finiquitarlo también dentro del primer semestre, en el cual estamos con porcentajes muy avanzados de avance de esas dos soluciones finales”, añadió sobre el detalle de las dos soluciones habitacionales que aún quedan por finalizar.
El seremi Urrestarazu, complemetó la información entregada por Pinto y explicó las razones del atraso en las obras de reconstrucción en Quirihue y Portezuelo. “Ambas estan programadas para entregarse dentro del primer semestre de este año. La única dificultad de no haber terminado antes el proceso con las dos familias, fue por el hecho de que son viviendas patrimoniales, que al tener esa condición y poseer el debido cuidado en poder respetar la forma de reconstrucción”, ahondó.
Obras Públicas
Junto a Vivienda, Obras Públicas es otra de las carteras ministeriales involucradas en el proceso de reconstrucción debido a la infraestructura pública afectada por el 27F.
En Ñuble el terremoto generó un costo para el Estado de 9.978 millones de pesos, distribuidos en 8.513 millones para costear los daños causados por la emergencia y 1.464 millones para la reconstrucción de obras.
“Luego del terremoto del 2010, cuando aún éramos parte de la región del Bío Bío, se llevó a cabo una reconstrucción que se empinó por los casi $10 mil millones. Los recursos eran necesarios desde el primer momento, por lo tanto entre 2010 y 2011 la inversión se elevó por sobre los $8.500 millones. Esta cifra sirvió para la reposición de siete puentes y también reparar caminos, mientras que posterior a ese año se trabajó fuertemente en la reposición del Puente Coelemu y sus accesos, estructura que contó con cerca de $1.500 millones de inversión”, sostuvo Cristóbal Jardua, Seremi de Obras Públicas en Ñuble.
Texto: Jorge Rubilar
