Señor Director:
El próximo presidente de la República debe llegar el 11 de marzo de 2026 con un archivo actualizado de todos los proyectos de ley en tramitación sobre seguridad, creación de empleos, educación y salud. No hay excusa para perder semanas “instalándose”: desde el primer día debe agilizar estas iniciativas con extrema urgencia y con un plazo explícito para su despacho. Otro archivo con los nuevos e importantes proyectos de ley a tramitar.
Al mismo tiempo, es indispensable que el futuro mandatario al nombrar a los ministros, nombre solo uno en aquellos que se van a fusionar. Estas reestructuraciones deben tener un cronograma claro y verificable, pero sin afectar los objetivos y resultados esenciales mientras se implementan con las asesorías adecuadas.
Chile no puede seguir improvisando ni esperando que la burocracia se acomode. La responsabilidad y la planificación comienzan antes de asumir, no después.
Jorge Porter Taschkewitz
